Según las proyecciones de la Comisión Europea, España enfrenta un ajuste necesario en su sistema de pensiones equivalente a casi 12.000 millones de euros, debido a un desfase estimado en el sistema del 0,8 % del PIB. Esta cifra provisional está sujeta a la actualización de las previsiones de ingresos por parte de la AIReF en 2025, que podría mostrar un panorama más optimista que el estimado en 2023.
La Comisión Europea prevé que, tras la reforma de pensiones, el gasto promedio anual en pensiones se elevará al 15,1 % del PIB entre 2022 y 2050, superando las estimaciones de ingresos de la AIReF del 1 % del PIB, lo que resultaría en un “gasto neto” anual del 14,1 % del PIB, 0,8 puntos por encima del límite del 13,3 % del PIB establecido por la cláusula de cierre de la reforma.
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones destaca que estas cifras son solo una parte de la evaluación del sistema público de pensiones y espera los datos actualizados de la AIReF para evaluar completamente la situación.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha señalado que, según las proyecciones, el Gobierno no anticipa un ajuste del sistema de pensiones en 2025 y subrayó que las estimaciones de la Comisión Europea están alineadas con las previsiones gubernamentales.
Si la diferencia entre el gasto proyectado y los ingresos estimados supera el 13,3 % del PIB, la reforma obligará al Gobierno a tomar medidas correctoras para corregir gradualmente el exceso de gasto previsto. Esto incluirá la elaboración de un listado de medidas correctoras y negociaciones con agentes sociales para un plan de ajuste que deberá ser aprobado como ley parlamentaria para su entrada en vigor el 1 de enero del año siguiente.
