La planta de Ford en Almussafes operará a la mitad de su capacidad a partir de este lunes, implementando un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) debido al cese de la fabricación del modelo Transit, problemas de suministro de piezas para motores y una menor demanda en el mercado norteamericano.
En la primera fase del ERTE, los trabajadores de la línea de montaje de vehículos solo asistirán al turno de la mañana, afectando a alrededor de 1,400 empleados, a los que se sumarán otros 600 cuando coincida con la parada de la planta de motores, según informó UGT.
Durante diez jornadas no habrá actividad en la planta de motores, programadas para el 20, 21, 22, 27 y 28 de mayo, y el 3, 10, 11, 17 y 18 de junio.
Se anticipa que en las últimas cuatro semanas del ERTE se podrá trabajar en dos turnos en la línea de montaje de vehículos, según previsiones de UGT, el sindicato mayoritario en la planta.
El nuevo ERTE estará vigente del 20 de abril al 20 de junio, con un máximo de 2,300 trabajadores afectados, aunque se espera que no se alcance esta cifra máxima ningún día y se mantenga entre 1,400 y 2,000 el número de afectados, con un máximo alcanzado durante la parada de actividades en la planta de motores.
Ford justificó el nuevo ERTE por el fin de la producción de la furgoneta Transit esta semana y por problemas en el suministro para la fabricación de motores.
Este nuevo ERTE sigue al que estuvo en vigor desde el 13 de febrero y que concluyó el 19 de abril, afectando diariamente a entre 500 y 700 empleados.
Las condiciones laborales durante el ERTE serán las mismas que en ocasiones anteriores: el 80 % del salario más el 100 % de antigüedad, pagas extras y vacaciones.
El sindicato STM, también representado en la planta, está solicitando un aumento del complemento salarial para cubrir el 100 % de la prestación por desempleo, así como un mayor aviso previo a los trabajadores en caso de cambios en las fechas del ERTE.
La factoría de Ford en Almussafes aguarda detalles sobre un nuevo vehículo de pasajeros multienergía que se fabricará en Valencia, y según UGT, “comienza la cuenta atrás” para resolver estas incertidumbres en un periodo estimado de dos meses, durante el cual el sindicato continuará manteniendo reuniones con el comité de empresa europeo y las direcciones europea y local.
