El alquiler de temporada ha experimentado un fuerte incremento en el último año en todas las capitales de Andalucía, con aumentos superiores al 70 % en grandes ciudades como Málaga, Cádiz y Sevilla. Este fenómeno, en constante crecimiento, está desplazando al arrendamiento tradicional, que ha experimentado una notable caída en casi todas las provincias, liderada por Córdoba con una disminución del 66 %.
El alquiler de temporada permite a los propietarios arrendar una vivienda por un tiempo determinado y se ha vuelto cada vez más popular debido a su flexibilidad en términos de precio y duración del contrato. Aunque inicialmente diseñado para estudiantes o trabajadores desplazados temporalmente, esta modalidad ha ganado terreno entre los propietarios como alternativa frente a las regulaciones más estrictas del arrendamiento permanente, como las limitaciones en las actualizaciones de renta o las prórrogas de contrato.
Según Francisco Iñareta, portavoz de la plataforma Idealista, este fenómeno ha ganado impulso durante la pandemia y se ha intensificado cada vez que el gobierno ha promulgado nuevas leyes relacionadas con el alquiler, percibidas por los propietarios como restrictivas. Esto ha llevado a una disminución en la oferta de alquileres a largo plazo y a un aumento de los precios, dificultando el acceso a la vivienda para quienes más lo necesitan.
En el primer trimestre de 2024, el alquiler de temporada representó el 11 % del mercado de alquiler en España, con un aumento interanual del 56 % en la oferta, mientras que los alquileres permanentes se redujeron un 15 %. En Andalucía, el alquiler de temporada ya constituye el 21 % del total de pisos en alquiler en Cádiz y el 13 % en Málaga, seguidos por Granada (9 %), Sevilla (7 %), Almería (5 %), Huelva (4 %), Córdoba (3 %) y Jaén (2 %).
Este incremento ha sido especialmente notable en grandes mercados como Málaga (+79 %), Sevilla (+74 %) y Cádiz (+74 %), y ha explotado en ciudades donde era prácticamente inexistente, como Huelva (650 %) y Granada (196 %).
En paralelo, los alquileres a largo plazo destinados a vivienda habitual han continuado disminuyendo en casi todas las capitales andaluzas durante el último año, con caídas significativas en Córdoba (-66 %), Jaén (-30 %), Sevilla (-27 %) y Granada (-25 %).
Los expertos inmobiliarios prevén que esta tendencia se mantenga hasta que el gobierno implemente medidas que aumenten la oferta de viviendas en el mercado. La alta demanda de alquileres se refleja en el promedio de 27 familias interesadas por cada anuncio de vivienda.
La falta de viviendas en alquiler, combinada con el éxito turístico de Málaga y el crecimiento poblacional después de la pandemia, ha exacerbado la situación, según Luis Arias, agente inmobiliario en Málaga.
El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana está evaluando propuestas para regular el alquiler de temporada y abordar el desplazamiento de viviendas del alquiler habitual a otras categorías, como medida para salvaguardar los arrendamientos genuinos de temporada, como los de estudiantes o trabajadores temporales.
