Domingo 13 de julio de 2025
El acuerdo alcanzado al cierre de la reciente ronda de negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos, celebrada en Londres, representa solo un alivio temporal y no garantiza que las tensiones entre las dos mayores potencias económicas del mundo no vuelvan a aumentar, según expertos.
Mark Williams, economista jefe para Asia en la consultora británica Capital Economics, señala en un informe que el acuerdo se limita principalmente a reducir algunas de las restricciones no arancelarias más recientes, incluyendo los controles de China sobre la exportación de tierras raras.
Williams destaca que, aunque las negociaciones continúan en términos positivos, los aranceles siguen siendo elevados y las políticas adoptadas por ambos países aumentan la presión para un posible desacoplamiento económico.
El experto también recuerda que en la ronda previa de negociaciones en Ginebra, el consenso se fracturó por la falta de claridad sobre el compromiso de China respecto a las medidas no arancelarias. Estados Unidos salió de Ginebra con la expectativa de que China aceptaría eliminar los controles sobre las tierras raras, minerales esenciales para industrias como la automotriz, aeroespacial, tecnológica y de defensa.
No obstante, China sostiene que estas restricciones no están dirigidas exclusivamente contra Estados Unidos. Esto queda evidenciado por las preocupaciones expresadas por fabricantes europeos de automóviles sobre el suministro de estas materias primas, de las cuales China posee casi la mitad de las reservas mundiales y controla casi toda la capacidad global de procesamiento.
En conclusión, las semanas recientes han demostrado que el control que ejerce China sobre el suministro de minerales estratégicos le otorga una influencia mucho mayor de la que se había estimado.