Con cierta reticencia, Claudio Pérez adquirió su primer auto familiar de origen chino. Dos años después, este camionero chileno no se arrepiente de su decisión y asegura que su próximo vehículo también será de fabricación china.
“Se estigmatiza la marca china, pero mi camioneta ha resultado impecable, sin problemas”, afirma Pérez, de 47 años, quien cambió sus autos coreanos por un modelo de la marca Jetour.
Inicialmente dudaba debido a la mala fama de los primeros modelos chinos, pero la urgencia de comprar un automóvil y las recomendaciones recibidas le hicieron dar el paso. Ahora, está convencido de que hizo una buena elección.
Los fabricantes chinos de vehículos han acelerado su expansión en América Latina, ofreciendo alternativas que combinan precio y calidad, y han superado a Estados Unidos y Brasil en el mercado regional.
En los últimos cinco años, las ventas de autos chinos a América Latina se han cuadruplicado. Mientras en 2019 se vendían vehículos por 2,182 millones de dólares, en 2023 alcanzaron los 8,564 millones, representando el 20% del total de ventas en la región, según el Centro de Comercio Internacional (ITC). Estados Unidos, que lideraba el mercado hasta 2021, ahora tiene una participación del 17%, mientras que Brasil ha disminuido del 14% al 11%.
En el mercado emergente de vehículos eléctricos, el dominio chino es aún más notable, con el 51% de las ventas en la región y casi la totalidad de los autobuses eléctricos fabricados en China.
“El crecimiento de los fabricantes de automóviles chinos ha sido exponencial en los últimos años, impulsado por mejoras significativas en calidad, tecnología y diseño”, comenta Andrés Polverigiani, gerente de inteligencia de marketing automotor de la consultora Nyvus.