El Banco Central de Brasil anunció este miércoles un aumento en su tasa de interés de 0,25 puntos porcentuales, llevándola al 10,75% anual. Este es el primer incremento desde agosto de 2022, tras un largo ciclo de recortes que habían reducido la tasa desde el 13,75%.
En su comunicado, el Banco Central justificó el aumento citando ciertos indicadores inflacionarios, como la inflación subyacente, que superan la meta establecida del 3% anual, con un margen de tolerancia de 1,5% hacia arriba o hacia abajo. Además, destacó el dinamismo superior al esperado en la actividad económica y el mercado laboral brasileño. El banco también mencionó un escenario internacional “desafiante”, con incertidumbres sobre la posible desaceleración económica en EE.UU. y las futuras decisiones de la Reserva Federal.
El ajuste en la política monetaria del Banco Central, que se había mantenido estable en 10,50% durante dos reuniones consecutivas, marca un giro significativo después de una serie de siete reducciones de tasa. El incremento es el primero bajo el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha criticado la política monetaria actual, argumentando que el alto costo del dinero perjudica el crecimiento económico. Lula ha acusado al presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, de actuar como un “adversario político” y de intentar socavar su administración.
Campos Neto, cuyo mandato finaliza en diciembre, será reemplazado por Gabriel Galípolo, un economista cercano a Lula y exviceministro de Hacienda. A pesar de esta proximidad política, Galípolo respaldó el aumento de la tasa junto a los demás miembros del Comité de Política Monetaria.