Sábado 15 de febrero de 2025
Los principales líderes de China planean relajar la política monetaria y aumentar el gasto fiscal el próximo año, mientras Pekín se prepara para una posible segunda guerra comercial cuando Donald Trump asuma la presidencia el próximo mes.
El Politburó de 24 miembros, presidido por Xi Jinping, anunció que adoptará una postura de política monetaria “moderadamente laxa” en 2025, marcando su primer cambio significativo desde 2011. Además, el organismo adoptó un enfoque más contundente hacia la política fiscal, destacando que será “más proactiva”, según informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
Los funcionarios, en la reunión de diciembre, se comprometieron a “estabilizar los mercados inmobiliarios y bursátiles” y a intensificar el “ajuste extraordinario de la política anticíclica”, una expresión utilizada por el Partido Comunista para referirse a medidas poco convencionales para impulsar la economía.
Zhaopeng Xing, estratega senior de Australia & New Zealand Banking Group, indicó que la redacción de la declaración del Politburó es “sin precedentes”, sugiriendo una fuerte expansión fiscal, grandes recortes en las tasas de interés y compra de activos. “El tono de la política muestra una fuerte confianza frente a las amenazas de Trump”, añadió, en referencia a la promesa del presidente electo de EE. UU. de imponer un arancel del 60% a las exportaciones chinas.