Una nueva demanda presentada en un tribunal federal de Manhattan alega que los condones de la marca Trojan no son seguros debido a la presencia de “químicos tóxicos para siempre”, conocidos como PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas), que han sido relacionados con el cáncer.
El demandante, Matthew Goodman, afirma que los productos de Church & Dwight, promocionados como el “condón #1 de Estados Unidos”, no cumplen su propósito, ya que contienen estos químicos. Las pruebas de laboratorio realizadas a los Trojan Ultra Thin, que Goodman compró en una farmacia de Manhattan, detectaron flúor orgánico, un indicador de la presencia de PFAS.
En la demanda, Goodman asegura que, al leer la etiqueta, creía que los productos eran seguros para usar en los genitales. Además, sostiene que, de haber sabido que los condones contenían PFAS y los riesgos asociados a estas sustancias, no los habría comprado o, al menos, habría pagado menos por ellos.
La demanda colectiva busca al menos 5 millones de dólares en daños para los compradores de condones Trojan en todo el país.