El consumo de combustible en Argentina ha experimentado una disminución significativa desde diciembre debido a los fuertes aumentos de precios y las políticas implementadas por el nuevo Gobierno de Javier Milei en el sector de hidrocarburos. Según diversas fuentes del sector, la demanda de combustible en las gasolineras ha bajado casi un 10% en enero, excepto en el caso de YPF, que registró un leve aumento.
Los consumidores han ajustado sus hábitos de consumo, optando por combustibles más económicos, mientras que los precios han experimentado un aumento considerable. La nafta ‘súper’, por ejemplo, ha visto un incremento del 139.2% desde diciembre, superando ampliamente la tasa de inflación.
Estos cambios en el mercado de combustibles no solo afectan a los consumidores, sino que también tienen un impacto significativo en sectores como el transporte de cargas, la generación de electricidad y la logística agrícola. El Gobierno argentino ha adoptado una política de liberalización de precios para alinear los costos con los mercados internacionales, lo que podría resultar en nuevos aumentos en los próximos meses.