Entre enero y julio de 2024, las remesas familiares a El Salvador crecieron solo un 1 %, alcanzando los $4,756.3 millones, según el Banco Central de Reserva (BCR). Este incremento de $46.2 millones en comparación con el mismo período de 2023 es el más bajo desde 2015, salvo por la caída del 4.9 % en 2020 debido a la pandemia de COVID-19.
Las remesas siguen siendo cruciales para el 24 % de los hogares salvadoreños, representando más del 20 % del producto interno bruto (PIB). Los economistas atribuyen el modesto crecimiento a la incertidumbre generada por el ciclo electoral en Estados Unidos, lo que lleva a la comunidad latina a adoptar una postura más cautelosa y a ahorrar en previsión de posibles cambios en la política migratoria. Además, se observa una “normalización” en el ritmo de crecimiento tras años de aumentos significativos.
El dinero enviado desde Estados Unidos, que constituye el 92.8 % del total de las remesas, llegó a $4,154.4 millones hasta julio, con un incremento de solo 0.7 %. En contraste, las remesas desde otros países muestran un crecimiento más robusto: España incrementó un 24.3 %, Italia un 23.6 %, Reino Unido un 10.8 %, y Canadá un 8.1 %.