Francisco Gallegos Binder, un joven salvadoreño oriundo de Santa Tecla, La Libertad, ha alcanzado destacarse en el competitivo mundo de las finanzas en Nueva York, Estados Unidos. Actualmente forma parte del equipo de Morgan Stanley, uno de los bancos más prominentes a nivel mundial, mientras continúa su formación en Harvard.
Desde temprana edad, Francisco mostró un fuerte interés por las finanzas, un campo que decidió explorar mientras residía en Miami, Florida, tras mudarse con su familia desde El Salvador. Se graduó en la Florida International University con una Licenciatura en Administración de Empresas y Finanzas.
Su trayectoria profesional comenzó en empresas como Hilton y Royal Caribbean International en Miami, antes de trasladarse a Nueva York en busca de nuevas oportunidades. Fue en esta ciudad donde encontró su lugar en Morgan Stanley, inicialmente en el departamento de gestión de efectivo.
Francisco enfrentó desafíos significativos en su camino, incluyendo aprender inglés y adaptarse a un entorno laboral altamente competitivo. Sin embargo, su determinación y la influencia de sus padres, quienes sacrificaron mucho por él y sus hermanos, fueron sus principales motivadores para seguir creciendo profesionalmente.
Recientemente, Francisco fue promovido a Asociado de Gestión de Efectivo y Liquidez, liderando equipos y procesos que optimizan los recursos del banco mediante el uso de tecnología avanzada. Además, se ha dedicado a inspirar y motivar a otros latinos a alcanzar la excelencia profesional, un objetivo que considera fundamental en su carrera.
Con miras al futuro, Francisco tiene la meta de convertirse en director y, a largo plazo, alcanzar la posición de vicepresidente en el banco para fines de 2025. Más allá de su crecimiento profesional, Francisco busca ser un ejemplo y un líder para los salvadoreños y la comunidad latina en Estados Unidos.
En sus propias palabras, Francisco comparte su orgullo por sus raíces salvadoreñas y su optimismo por el progreso social y económico continuo en su país de origen. Su historia es un testimonio inspirador de perseverancia, dedicación y el firme compromiso de representar positivamente a El Salvador en el ámbito internacional.
