Redacción ||
Un informe publicado este martes por la fiscalía estatal de Nueva York, encabezada por la ministra de Justicia Letitia James, revela que la adquisición de viviendas en este estado resulta considerablemente más onerosa para latinos y negros en comparación con los blancos.
El informe titulado “Disparidades Raciales en la Compra de Viviendas” destaca que, en Nueva York, “los negros y latinos obtienen créditos hipotecarios más costosos que los blancos”, lo que ha llevado a una concentración de la propiedad en áreas habitadas mayoritariamente por la población blanca.
Entre los años 2018 y 2021, los negros y latinos pagaron alrededor de “200 millones de dólares adicionales en intereses y costos” en sus hipotecas en comparación con los blancos, según estima el informe.
En 2021, la probabilidad de que a un individuo negro o asiático se le denegara un crédito hipotecario era un 43% más alta que a un blanco, y un 33% mayor en el caso de los latinos. Este fenómeno ocurría sin tener en cuenta los ingresos, el historial crediticio o la cantidad solicitada, según el reporte.
Letitia James, fiscal general de Nueva York y de origen afroamericano, lamentó esta situación y expresó en un comunicado que “el acceso desigual a créditos asequibles persiste en todo nuestro estado, fortaleciendo así el legado de la segregación y ampliando la brecha en la propiedad de viviendas, lo que a su vez contribuye a la disparidad en la riqueza racial”.
El estudio también destaca que los hogares blancos tienen un 25% más de posibilidades de ser propietarios de sus viviendas en comparación con los hogares asiáticos, y más del doble que los hogares negros o latinos.
A nivel nacional, un informe de la Oficina del Censo de Estados Unidos citado por el portal inmobiliario Realtor señala que, en el último trimestre de 2020, el 74.5% de los blancos eran propietarios de sus viviendas, en contraste con el 44.1% de los negros, el 49.1% de los hispanos y el 59.5% de los asiáticos.
Para reducir la brecha racial en la propiedad de viviendas, el informe propone medidas como la subvención del pago inicial y las tasas de interés para compradores por primera vez, la creación de instituciones financieras que ofrezcan préstamos asequibles a comunidades de bajos ingresos, o la construcción de viviendas asequibles.