La economía de Venezuela, que experimentó un rebote en 2022 después de ocho años de recesión, enfrenta un estancamiento al cierre de 2023 debido a un escándalo de corrupción en la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), según expertos.
A pesar de la relativa mejoría económica en 2022, impulsada por la flexibilización de controles económicos y nuevos establecimientos en Caracas, la situación cambió a finales del año pasado. La economía comenzó a desacelerarse, y algunos comercios cerraron o ajustaron sus estrategias debido a la baja demanda.
El economista Luis Vicente León, de la firma Datanálisis, destaca que el año 2023 inició de manera negativa, marcado principalmente por un escándalo de corrupción en PDVSA. Este caso involucra una red de corrupción millonaria en PDVSA y otras empresas estatales, que resultó en el arresto de varias personas y la renuncia del influyente ministro de Petróleo, Tarek El Aissami.
El escándalo coincide con la desaceleración económica que ya estaba experimentando Venezuela. Según León, los hechos de corrupción “colapsaron el flujo de caja del gobierno y le impidieron mantener su estrategia de estabilización cambiaria”.
Aunque el gobierno de Nicolás Maduro no ha revelado el monto exacto del desfalco al Estado, se estima entre 3,000 y 21,000 millones de dólares, incluyendo pagos por crudo en criptoactivos. Esta cifra contrasta con el presupuesto anual para 2024 presentado recientemente ante el Parlamento, que asciende a 20,500 millones de dólares. La crisis económica se agrava con el impacto del escándalo de corrupción, complicando aún más la situación financiera de Venezuela y afectando las proyecciones para el próximo año.
