Ecuador comenzó a implementar racionamientos eléctricos de hasta seis horas el miércoles por la noche debido a un mantenimiento programado del sistema de transmisión, en medio de la peor sequía que el país ha experimentado en los últimos 60 años. Este fenómeno ha afectado severamente la generación de electricidad, que depende en un 70 % de la energía hidroeléctrica.
A las 10 p.m., barrios residenciales en las faldas del volcán Pichincha en Quito quedaron a oscuras, como parte del plan. También se registraron apagones en el centro histórico de la capital y otras zonas del país, incluyendo las ciudades de Manta y Cuenca.
El ministro de Energía, Antonio Goncalves, aclaró que, aunque el gobierno había anunciado previamente cortes de hasta ocho horas, la suspensión será más breve y se hará por sectores. Algunas localidades, como Loreto en la región amazónica, experimentarán apagones de hasta seis horas.
Sin embargo, áreas críticas como hospitales y el servicio de emergencias ECU911 estarán excluidos de los cortes. Durante los apagones, policías y militares patrullarán las calles para garantizar la seguridad.
El gobierno también ha dispuesto que el sector público trabaje de forma remota los jueves y viernes para reducir el consumo de energía. A su vez, se han iniciado técnicas como el bombardeo de nubes con la esperanza de provocar lluvias que alivien la crisis.
La situación se mantendrá hasta el 26 de septiembre, con nuevas interrupciones programadas en el mismo horario.