Un mes después de su reunión en Ginebra, Estados Unidos y China reanudaron este lunes en Londres una nueva ronda de negociaciones comerciales, en un ambiente de total hermetismo, con el objetivo de consolidar la frágil tregua arancelaria alcanzada previamente.

El encuentro entre las dos mayores potencias económicas del mundo se desarrolla a puerta cerrada en el histórico Palacio de Lancaster House, en el centro de la capital británica. Ambas delegaciones han optado por no revelar detalles sobre el contenido de las discusiones.

Según la agencia oficial de noticias Xinhua, el viceprimer ministro chino, He Lifeng, dio inicio formal a la primera sesión del mecanismo de consultas comerciales con la representación estadounidense.

Por parte de Estados Unidos, la delegación está encabezada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el representante comercial de la Casa Blanca, Jamieson Greer, según confirmó días antes el expresidente Donald Trump.

Aunque los mercados internacionales observan de cerca el desarrollo de las conversaciones, analistas estiman que los avances serán limitados, en comparación con los logrados en Ginebra, donde ambos países pactaron una reducción significativa de aranceles por un periodo de 90 días.