Redacción ||
La Red de Investigadores del Banco Central de Reserva (Redibacen), con datos de la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples, presentó un informe en el que detalla que las familias salvadoreñas que reciben remesas destinan la mayor parte de estos ingresos para cubrir sus gastos en salud, educación, y sobre todo alimentación.
El estudio “Impacto de las remesas familiares en el crecimiento económico de El Salvador: un análisis de su uso productivo” detalla que, de las remesas que reciben, las familias destinan el 18.1 % en vivienda, el 17.6 % en compra de bienes y servicios, un 15.2 % en educación, 6.3 % en empleo/negocio y un 2.2 % en salud.
Gabriela Aquino, analista del Departamento del Sector Externo del BCR, explicó, por otro lado, que los hogares que no reciben remesas tienen un ingreso mensual de $650.5, un ingreso menor a los $814.2 que tienen los hogares que sí las reciben.
“Si estos hogares no recibieran el ingreso adicional de remesas, sus ingresos caerían en un 34 % y estarían por debajo de los hogares que no reciben remesas, (rondando los) $540.6 (…)”, mencionó. Asimismo, detalló que el 49 % de los hogares receptores estarían en condición de pobreza si no recibieran ese “ingreso adicional”.
De acuerdo con datos de la empresa WorldRemit, dedicada al envío de remesas digitales, en 2022 el 45 % de los remitentes de remesas a escala mundial (de 2,687 remitentes consultados) afirmaron que restringieron el envío de dinero únicamente a familiares inmediatos como resultado de la inflación.
En el 2022, el envío de remesas familiares hacia El Salvador totalizó $7,742 millones, un 3.2 % más en relación con los $7,504.7 millones que recibió durante 2021.
