Redacción ||
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró el martes que las remesas enviadas a Guatemala contribuyeron a mantener niveles sólidos en su consumo privado. A esto se suman los créditos al sector privado y las “prudentes políticas monetarias y fiscales” que han mantenido estable la macroeconomía del país, según comunicó una delegación técnica del FMI.
La delegación, encabezada por María Oliva, destacó que Guatemala logró “resiliencia y crecimiento en un marco de estabilidad macroeconómica y financiera a pesar de un contexto mundial desfavorable”.
El FMI concluyó que durante 2023 la economía de Guatemala se desacelerará un 3,4 %, pero en los siguientes años hasta 2028 recuperará la tendencia positiva con aumentos anuales. El riesgo se vería influenciado por la ralentización de la economía estadounidense este año y posiblemente afectando el envío de remesas de migrantes, detalla el comunicado.
Asimismo, el FMI agrega que de existir una influencia negativa en el envío de remesas este año, el Estado de Guatemala deberá aprobar una política económica “dirigida a proporcionar cobertura a los hogares con menos recursos”. Además, se considera que, para seguir con una “trayectoria de crecimiento potencial”, Guatemala necesita ampliar el mercado laboral formal e invertir en fortalecimiento tecnológico.
Cifras oficiales indican que el 59 % de la población en Guatemala vive bajo el umbral de la pobreza y entre un 15 % y 20 % intenta sobrevivir en condiciones de pobreza extrema.
Finalmente, la delegación recomendó al país centroamericano “aumentar los esfuerzos” para garantizar instituciones anticorrupción independientes y así “mejorar el clima empresarial y atraer más inversiones”.