Domingo 13 de julio de 2025
Durante la inauguración de la Cumbre del G7 en Kananaskis, Canadá, el primer ministro anfitrión, Mark Carney, advirtió que el mundo atraviesa un “punto de inflexión histórico” y que el Grupo de los Siete debe adaptarse a una nueva realidad marcada por transformaciones profundas.
Carney rememoró los orígenes del G7 hace exactamente 50 años en Francia, creado para dar respuesta a crisis económicas y políticas de gran escala, lo que permitió un extenso periodo de estabilidad y crecimiento global.
“Hoy el mundo está más dividido y peligroso. Estados hostiles y grupos terroristas han ampliado su alcance y capacidades, amenazando la seguridad internacional”, advirtió. También subrayó que el comercio, los sistemas energéticos y hasta la inteligencia global están siendo rediseñados ante el nuevo panorama.
En un tono diplomático, Carney lanzó un mensaje conciliador a su homólogo estadounidense, Donald Trump, sentado a su izquierda. Aunque sin mencionarlo directamente, aludió a la política arancelaria impulsada por EE. UU., responsable de recientes tensiones en el sistema comercial global.