El Gobierno canadiense tomó medidas decisivas este jueves para poner fin al cierre patronal que paralizó el transporte ferroviario de mercancías en el país, imponiendo un arbitraje obligatorio en la disputa laboral. El ministro de Trabajo de Canadá, Steven MacKinnon, anunció en una rueda de prensa que ha ejercido su autoridad para ordenar la reanudación de las operaciones ferroviarias, con el objetivo de “asegurar la paz industrial y promover el interés nacional”.
Las dos principales compañías ferroviarias de mercancías de Canadá, Canadian National (CN) y Canadian Pacific Kansas City (CPKC), habían iniciado un cierre patronal después de meses de negociaciones sin éxito con unos 10.000 trabajadores para la firma de nuevos convenios colectivos.
MacKinnon afirmó que ha dado instrucciones para que las operaciones en ambos ferrocarriles se reanuden de inmediato y que el Consejo de Relaciones Industriales de Canadá (CRIC), la entidad pública que regula los sectores laborales federales, establezca un arbitraje para resolver la disputa. Además, el ministro ordenó la extensión de los convenios colectivos expirados a finales de 2023 hasta que se logre un nuevo acuerdo.
Sin embargo, MacKinnon reconoció que no puede prever cuándo se reiniciarán las operaciones ferroviarias, señalando que será el CRIC quien deba hacer efectiva la orden.
La intervención del Gobierno canadiense se produjo después de que diversas organizaciones empresariales del país, junto con las dos compañías ferroviarias, solicitaran la intervención de las autoridades para imponer una solución al conflicto laboral.
Las compañías y el sindicato Teamsters, que representa a los trabajadores, han estado negociando desde finales de 2023 la firma de nuevos convenios colectivos para reemplazar los acuerdos anteriores. No obstante, este jueves, CN y CPKC declararon que las diferencias entre ambas partes son irreconciliables, lo que llevó a la paralización de sus redes ferroviarias, vitales para la economía canadiense.
Ambas compañías transportan diariamente mercancías por un valor aproximado de 1.000 millones de dólares estadounidenses y controlan miles de kilómetros de vías en Estados Unidos y México.
El sindicato Teamsters ha acusado a las empresas de exigir concesiones que implicarían más horas de trabajo sin descanso, lo que, según ellos, supone un riesgo para la seguridad de los trabajadores y el sistema ferroviario. Además, señalaron que CN pretende reubicar a sus empleados en distintas partes del país durante meses para cubrir bajas, lo que ha generado aún más tensiones en las negociaciones.