Hace cinco años, Huawei se vio envuelta en una ofensiva legal por parte de EE. UU., que buscaba restringir su acceso a tecnología estadounidense y servicios de Google.
Estas restricciones, inicialmente consideradas una amenaza a su supervivencia, llevaron a la empresa a una lucha constante por adaptarse y reinventarse.
Tras este desafío, Huawei declara ahora que está “de vuelta”.
En 2019, EE. UU. acusó a Huawei de fraude y violación de sanciones a Irán, lo que resultó en sanciones que afectaron su acceso a tecnología crucial.
Aunque inicialmente estas medidas perjudicaron las ventas de smartphones, la estrategia de diversificación de Huawei, con un enfoque continuo en infraestructuras de telecomunicaciones, le permitió mantener su posición en el mercado global.
A pesar de caídas en las ventas de dispositivos móviles y la venta de su filial Honor en 2020, Huawei se ha mantenido resiliente, destacando que las sanciones no afectaron significativamente su negocio central.
Las infraestructuras de telecomunicaciones, junto con nuevas áreas como la computación en la nube y la inteligencia artificial, han sido fundamentales para su crecimiento y diversificación.
En China, donde las restricciones tuvieron menos impacto y Huawei ya contaba con una presencia sólida, la empresa se posicionó como el segundo mayor vendedor de smartphones a finales de 2023.
A pesar de los desafíos, Huawei demuestra su capacidad de adaptación y resistencia en un panorama tecnológico competitivo.