La reciente decisión de la Dirección General Jurídica de Aduanas de México de cerrar temporalmente las fronteras a la importación de camarón desde Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica ha generado un impacto significativo en las industrias camaroneras de estos países. La medida ha causado particular alarma en Guatemala, donde la Industria de Camaronicultura se enfrenta a una crisis sin precedentes, dada la importancia de México como tercer socio comercial del sector durante los últimos 16 años.
Esta restricción ha afectado profundamente al sector camaronero guatemalteco, que estima un impacto del 300% debido a la paralización de las exportaciones. Solo en 2023, Guatemala envió aproximadamente tres millones de kilos de camarón a México, generando ingresos de alrededor de 80 millones de dólares anuales. La noticia ha sido especialmente preocupante para los productores guatemaltecos, que habían sido certificados por las autoridades mexicanas del SENASICA/SADER para exportar hasta 2025.
José Miguel Valdez, un exportador de camarón, destacó las graves consecuencias de esta medida, señalando el riesgo que representa para más de 5.000 empleos en Guatemala y para la economía de más de 20 comunidades en el país. Además, resaltó la preocupación de los importadores y comerciantes de camarón en el sur de México, quienes ven afectadas a más de 100.000 personas involucradas en la importación, venta y procesamiento de camarón.
Con 40 años de aportes a la economía guatemalteca, el sector camaronero subraya su capacidad de producción sostenible y tecnificada, alineada con estándares internacionales. Además de México, el camarón guatemalteco se exporta a Estados Unidos, Asia, la Unión Europea y otros países del continente americano.
“El país está buscando las vías para encontrar una solución a esta situación”, declaró el presidente de AGEXPORT, Gabriel Biguria.
