Intel, el gigante mundial de semiconductores, consolida su presencia en Costa Rica con una inversión significativa de 1,200 millones de dólares destinados a la modernización y expansión de sus operaciones en el país. La planta costarricense es clave en la cadena de suministro global de Intel, siendo responsable del suministro del 50% de los servidores a nivel mundial.
Esta inversión se suma a la inauguración, hace aproximadamente un año, de una planta de ensamble y prueba con una inversión de alrededor de 1,000 millones de dólares, que generó 1,750 empleos directos y contribuyó al desarrollo económico de la región.
La vicepresidenta en Ingeniería de Diseño y gerente general de Intel en Costa Rica, Ileana Rojas, destaca la importancia estratégica del país para la compañía. En 2019, Intel tomó la decisión de trasladar operaciones de ensamblaje y prueba a Costa Rica debido a la infraestructura lista y la capacidad para iniciar la producción de alto volumen de manera eficiente.
“Empezamos con operaciones de prueba y luego se agregó la opción de ensamblaje. Gracias a esto, la firma emplea a 3,300 personas de forma directa, y hay 5,000 empleos indirectos en este proceso de transformación”, señala Rojas.
La inversión adicional de 1,200 millones de dólares se utilizará para la continua actualización de la infraestructura y las capacidades técnicas y de ingeniería, asegurando los más altos estándares en la industria para los productos y servicios entregados desde Costa Rica tanto para la corporación Intel como para el mercado global. La inversión refleja el compromiso de Intel con la excelencia y la expansión de sus operaciones en el país, fortaleciendo la posición de Costa Rica como un componente esencial en la red global de suministro de semiconductores.
