Jueves 5 de diciembre de 2024
AFP | Juliette Michel
Los principales bancos de Estados Unidos informaron resultados sólidos en el tercer trimestre a pesar de la desaceleración de la actividad de sus banqueros de inversión, pero advirtieron que los riesgos económicos están aumentando.
Para hacer frente a posibles impagos de sus clientes las distintas instituciones han destinado más dinero: 808 millones de dólares en reservas adicionales en el caso de JPMorgan Chase y 370 millones de dólares en el del Citi, mientras que Wells Fargo aumentó el fondo destinado a pérdidas vinculadas al crédito en 385 millones.
Sin embargo, estos montos siguen siendo mucho más bajos que al comienzo de la pandemia, cuando las instituciones habían reservado decenas de miles de millones de dólares.
La economía estadounidense debe hacer frente a una “inflación obstinadamente elevada”, “tasas de interés más altas en todo el mundo”, “el impacto incierto del endurecimiento monetario liderado por el banco central”, “la guerra en Ucrania” y “la fragilidad del suministro y los precios del petróleo”, señaló Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase.
Pero al mismo tiempo, los consumidores “continúan gastando y tienen cuentas sólidas, las ofertas de trabajo son abundantes y las empresas se mantienen saludables”.
El director ejecutivo de Wells Fargo, Charles Scharf, destacó por su parte unas tasas de incumplimiento de préstamos “históricamente bajas”.
La economía podría evolucionar tanto “hacia un aterrizaje suave como hacia una recesión severa”, argumentó Dimon.
Su par de Citigroup, Jane Fraser, también describió el entorno macroeconómico como “complejo”.
A JPMorgan Chase le fue un poco mejor que a sus pares, con una disminución de la utilidad neta del 17 %, a 9.700 millones de dólares. La de Citigroup, en tanto, se desplomó 25 %, a 3.500 millones de dólares, la de Morgan Stanley, 30 %, a 2.500 millones, y la de Wells Fargo, 31 %, a 3.500 millones.
El volumen de negocios de JPMorgan Chase aumentó un 10% durante el período, hasta 32.700 millones de dólares, impulsado por mayores ganancias netas por intereses (+34 %).
El crecimiento se debió al alza de las tasas de interés decidida por el banco central estadounidense (Reserva Federal, Fed) y a un aumento de los préstamos concedidos.
El volumen de negocios de Wells Fargo (+4 %) también se benefició del aumento de su margen de intereses (+36 %), pero el banco se vio lastrado por los 2.000 millones de dólares gastados para hacer frente a varios escándalos relacionados con sus prácticas comerciales.
Todos los establecimientos de Wall Street han padecido en cambio las consecuencias de la caída de las comisiones generadas por sus banqueros de inversión, dado que las empresas evitan actualmente realizar grandes transacciones o salir a bolsa ante las incertidumbres económicas.
Las comisiones de Morgan Stanley fueron las que más se redujeron, un 55 %.
Los ingresos por corretaje del mercado de valores cayeron en Morgan Stanley, Citi y JPMorgan, pero los generados por corretaje de productos de tasa fija aumentaron.
El alza de las tasas de interés llevó a un aumento sustancial de la venta de bonos del Tesoro, explicó Gregori Volokhine, gerente de cartera de Meeschaert Financial Services.
JPMorgan también registró pérdidas de 959 millones de dólares por ese concepto.
Según Volodine, las señales de alerta son suficientemente numerosas, incluido el aumento del gasto en tarjetas de crédito, lo que podría significar que los consumidores tienen menos dinero a su disposición.
Sin embargo, los bancos siguen siendo “extremadamente rentables”, señaló el especialista.