Redacción ||
Un estudio realizado por el Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (Cetcam) ha revelado que los migrantes nicaragüenses, quienes representan aproximadamente el 10% de la población total del país, están contribuyendo significativamente a la economía de Nicaragua, aportando alrededor del 20% de su ingreso nacional. El estudio, titulado “Crecimiento sin desarrollo”, fue elaborado por el experto en economía Marco Aurelio Peña, quien es exiliado nicaragüense y máster en la materia.
El informe destaca que la migración masiva de nicaragüenses que buscan oportunidades laborales en otros mercados a nivel mundial está llevando consigo una “fuga de cerebros” y de fuerza laboral que aún no ha sido contrarrestada. Peña resalta que esta migración evidencia la ineficacia de las políticas económicas de los distintos gobiernos latinoamericanos para detener esta situación.
El estudio también subraya que la dependencia de las remesas monetarias se ha vuelto una característica preocupante en la economía de Nicaragua. En 2022, el país recibió un récord de 3.224,9 millones de dólares en remesas, lo que representó el 20,6% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Este fenómeno, aunque puede proporcionar cierta estabilidad económica, también refleja la falta de desarrollo sustentable y la fuga de capital humano.
Marco Aurelio Peña argumenta que en lugar de aprovechar su bono demográfico y el talento humano joven, Nicaragua está perdiendo a muchos individuos emprendedores, universitarios y profesionales que podrían contribuir al crecimiento y desarrollo del país. Aunque las remesas han incrementado las reservas internacionales y apoyado el consumo y el pago de impuestos, la fuga de talento y fuerza laboral afecta la estrategia de crecimiento y desarrollo a largo plazo.
Peña también señala que la sostenibilidad de las remesas está ligada a la situación económica de los países receptores. Si la economía de estos países declina, las remesas hacia Nicaragua podrían disminuir, lo que a su vez impactaría negativamente en la economía del país.
Según los datos del Banco Central de Nicaragua, hasta julio de 2023, las remesas familiares de los nicaragüenses en el extranjero aumentaron en un 57,1% en comparación con el mismo período del año anterior. Las remesas provienen en su mayoría de Estados Unidos, representando un 82,2% del total de los flujos durante ese periodo.
En resumen, el estudio revela que la población migrante nicaragüense está desempeñando un papel crucial en la economía del país, aportando considerablemente a través de las remesas monetarias que envían a sus familias en Nicaragua.