Moody’s bajó el viernes la calificación crediticia de Estados Unidos un nivel, de “Aaa” a “Aa1”, citando que el aumento en la deuda y los pagos de intereses son significativamente mayores que los de otros emisores soberanos con calificaciones similares.

En un comunicado, la agencia señaló que “las sucesivas administraciones y el Congreso de Estados Unidos no han logrado acordar medidas para revertir la tendencia de déficits fiscales elevados y el creciente costo de los intereses”.

Moody’s era la última de las principales agencias de calificación que mantenía la máxima nota, triple A, para la deuda soberana estadounidense, aunque ya había rebajado la perspectiva a finales de 2023 debido al aumento del déficit fiscal y de los pagos de intereses.

Con esta acción, la agencia cambió la perspectiva de Estados Unidos de “negativa” a “estable”.

Por lo general, una agencia de calificación revisa su perspectiva en un período de 18 a 24 meses, por lo que se espera que haya una actualización sobre la calificación de Estados Unidos en algún momento de este año.