Redacción ||
En una entrevista televisiva, Federico Anliker, presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) de El Salvador, anunció con entusiasmo que se encuentra a un paso de concretar un esperado proyecto: el establecimiento de un servicio de ferri entre El Salvador y Costa Rica. Según Anliker, esta iniciativa se hace posible gracias a la adquisición de un buque por parte de la empresa panameña Blue Wave, respaldada por inversionistas alemanes y hondureños.
El funcionario explicó que después de cruzar el Canal de Panamá, el buque se dirigirá a El Salvador, conectando así ambos países centroamericanos. Este logro ha sido el resultado de negociaciones con diversas empresas, y finalmente, el Consorcio Marítimos Centroamericano (CMC) en El Salvador y Transmares en Costa Rica, serán las agencias a cargo de operar el servicio de ferri.
El buque en cuestión posee unas impresionantes dimensiones, con una longitud de 175 metros y un ancho de 30 metros, lo que le permite transportar hasta 100 furgones. Para asegurar la viabilidad del proyecto, se realizarán pruebas con puerto Caldera. Además, se destaca que el calado del buque para el ferri es de 5.6 metros, mientras que la profundidad del canal de acceso del Puerto de La Unión Centroamericana oscila entre 7 y 9 metros en marea alta. Cabe mencionar que el canal del puerto unionense fue dragado a -14 metros con la visión de atraer a buques de gran tamaño, lo que contribuye a hacer posible la operación de este ferri.
Este nuevo servicio de ferri representa una oportunidad significativa para fortalecer los lazos comerciales y turísticos entre El Salvador y Costa Rica, dos países vecinos con fuertes vínculos históricos y culturales. Se espera que esta iniciativa impulse el intercambio comercial y turístico en la región, brindando una nueva opción de transporte marítimo para empresas y viajeros, y promoviendo así el desarrollo económico y la integración entre ambas naciones centroamericanas. La llegada del ferri representa un avance importante en el ámbito de la conectividad marítima en la región y augura un futuro prometedor para el intercambio comercial y turístico entre El Salvador y Costa Rica.
