Repsol está evaluando la posibilidad de vender su división de exploración y producción en Noruega, como parte de su estrategia para enfocarse en sus principales áreas de crecimiento. Según informa Bloomberg, la empresa ya está trabajando con asesores para analizar esta opción, que podría valorarse en alrededor de 1.000 millones de dólares.
La decisión de Repsol se alinea con su reciente actualización del plan estratégico, donde se destacó la intención de centrar sus esfuerzos en regiones clave, como Estados Unidos, México, Brasil y Libia, en el negocio de upstream. Noruega no figura entre estas áreas prioritarias, a pesar de que su negocio allí produce aproximadamente 30.000 barriles de petróleo al día, con el campo Yme como su principal activo en el país.
La especulación sobre la posible venta coincide con el contexto actual de precios del petróleo, que supera las proyecciones de Repsol. Con un barril de Brent cotizando por encima de los 84 dólares, la empresa podría aprovechar este entorno favorable para deshacerse de activos no fundamentales y maximizar el valor para sus accionistas.
Repsol Norge AS, la filial noruega de la compañía, registró márgenes cercanos al 15% en 2022, con ingresos totales de 1.240 millones de euros. Sin embargo, dados los altos precios del petróleo ese año, es probable que las cifras de ingresos en un año más normalizado sean inferiores.
La posible venta de su negocio en Noruega sería parte de la estrategia más amplia de Repsol para optimizar su cartera y concentrarse en áreas con mayor potencial de crecimiento y rentabilidad.
