Redacción ||
Las empresas están recurriendo cada vez más a una práctica conocida como “skimpflation”, una variante de la inflación que suele pasar desapercibida para los consumidores. En lugar de aumentar los precios, las empresas reducen el tamaño de los productos, disminuyen la calidad y la disponibilidad de los servicios, mientras mantienen los precios estables.
La “skimpflation” se manifiesta de diversas maneras, como reducir la cantidad de personal en tiendas, degradar la calidad de los productos y servicios, y cambiar ingredientes de alta calidad por otros de menor calidad en la fabricación.
Esta estrategia se ha vuelto más evidente en un contexto de inflación, afectando a varias industrias, y aunque los cambios a veces son significativos, a menudo pasan desapercibidos para los consumidores.
La “skimpflation” también ha afectado a la industria del entretenimiento y los parques temáticos. Por ejemplo, en 2021, los visitantes de Disney se quejaron de que la compañía había reducido la oferta de servicios en todos los niveles de precio de sus entradas.
Durante la recuperación posterior a la pandemia, Disney no restableció de inmediato los servicios de tranvía hacia y desde los estacionamientos, lo que obligó a los visitantes a caminar distancias significativas. La falta de personal y la degradación de la calidad del servicio también afectan a la industria de la hostelería y la restauración, donde los hoteles pueden mantener los precios de las habitaciones, pero ofrecen servicios de limpieza solo a pedido.
Detectar la “skimpflation” puede ser complicado para los consumidores, ya que no es tan evidente como la reducción del tamaño de un producto. Expertos sugieren comparar precios y ser conscientes de los cambios en la calidad y el servicio para obtener el máximo valor de los bienes y servicios.
Aunque la “skimpflation” está en aumento, la competencia en industrias donde la calidad es esencial puede impulsar a algunas empresas a ofrecer productos y servicios de mayor calidad para destacar en el mercado, aunque a veces esto podría implicar precios más altos para los consumidores.