Redacción ||
El pasado 23 de junio, el gobierno de Guatemala declaró “situación de emergencia” energética debido a que la lluvia ha disminuido con relación al año pasado.
A través de un documento, el Ministerio de Energía y Minas tomó la medida ante la escasez de las lluvias que podrían afectar la generación y suministro de la energía eléctrica. El Instituto de Meteorología e Hidrología (Insivumeh) pronostica que la lluvia será 10 % y 20 % debajo de los niveles normales como consecuencia del fenómeno de El Niño, lo cual afecta directamente en la producción hidroeléctrica.
Según datos oficiales, en Guatemala se genera el 52 % de la electricidad por medio de centrales hidroeléctricas, 40 % térmicas y 8 % con cogeneradores (eólica, solar, geotérmica, entre otros).
El Insivumeh detalló también que esas condiciones afectarán, principalmente, los departamentos de Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz, Izabal, la región de valles de oriente y norte de altiplano central, habitado por indígenas mayas.
La cartera aclaró que la “situación de emergencia” del Sistema Interconectado de Centroamérica será por un plazo de tres semanas, con posibilidades de prorrogarse si continúan las condiciones.
Aunque no se prevé racionamientos de energía, sí faculta al Administrador del Mercado Mayorista (AMM) para que tome “las medidas necesarias y excepcionales tendientes a garantizar la seguridad y suministro de electricidad”.
Entre las medidas figuran dar prioridad al abastecimiento de la demanda frente a la operación al mínimo costo y limitar los horarios de la ejecución de mantenimientos de las unidades generadas y las instalaciones de transmisión.
Además, se adoptará e implementará un control adicional a los inventarios y adquisiciones de combustibles por embarque.
Finalmente, se restringirán las exportaciones de energía eléctrica priorizando el uso de la oferta disponible para abastecer la demanda de energía eléctrica del país, debido a que le vende a Costa Rica. El Salvador, Honduras y Nicaragua.
