AFP, Juliette MICHEL ||
Entre el teletrabajo y el intento por recuperar los viajes perdidos durante la pandemia, los viajeros adoptan nuevos hábitos, como desplazarse con más frecuencia a medida que disminuyen las restricciones por el covid. Mientras, las aerolíneas estadounidenses cosechan ganancias.
Compañías como American Airlines, United y Delta destacaron este fenómeno en una serie de conferencias telefónicas en las que informaron de los resultados de la continua y fuerte demanda de viajes.
Gracias a la flexibilidad que ofrecen los empleadores y las nuevas tecnologías, como las reuniones por Zoom, los trabajadores ya no están pegados a sus escritorios y tienen un horario menos estricto.
El resultado: las escapadas de fin de semana se alargan. Quienes hacían excursiones que antes podían durar desde el viernes por la noche hasta el lunes por la mañana, ahora pueden volver el martes o salir el jueves.
Antes de la pandemia, United Airlines recortaba sus vuelos transatlánticos a mitad de semana. Para este invierno boreal, se prevén más vuelos a Europa “durante toda la semana”, dijo el director comercial de United, Andrew Nocella.
En la misma línea, la demanda se ha extendido más allá de las vacaciones escolares. Delta destacó un aumento excepcional de los viajes a Florida en septiembre, usualmente lento.
Algunos “no pudieron comprar una entrada para Disney”, dijo Glen Hauenstein, presidente de la compañía con sede en Atlanta.
Septiembre fue el tercer mejor mes de la historia de United.
No obstante, parte de estos viajes fuera de los períodos convencionales puede deberse a los plazos para usar los créditos de vuelo por los viajes cancelados por el covid-19, dijo Henry Harteveldt, de Atmosphere Research.
“Una parte puede estar motivada por el hecho de que el verano (boreal) ha sido simplemente demasiado ajetreado y se quedaron fuera del mercado o decidieron que no querían viajar”, añadió.
En tanto, las aerolíneas esperan que la tendencia se mantenga al menos en el corto plazo, como la próxima temporada de vacaciones, en la que se espera que un tráfico elevado entre las celebraciones de Acción de Gracias y Navidad.
Un calendario de viajes así de amplio, con picos menos pronunciados, permite a las aerolíneas distribuir su trabajo.
“Dotamos de personal a nuestra fuerza de pilotos para los vuelos que realizamos desde el 15 de junio hasta el 15 de agosto, aproximadamente”, explicó Nocella. “Si podemos dotar de personal para un periodo de tiempo mucho mayor, eso debería ser increíblemente eficiente”.
Este impulso se produce en momentos en que las aerolíneas todavía no perciben una recuperación total de los lucrativos viajes de negocios, que han sido durante mucho tiempo una fuente fundamental de ingresos.
Una de las desventajas del nuevo entorno es que algunos de estos ingresos podrían no volver.
“Mucha gente que solía viajar con frecuencia aprovechó el tiempo de la pandemia para reevaluar esa parte de su vida”, dijo Harteveldt.
Por otra parte, cuando las personas viajan por trabajo, es más frecuente que decidan prolongar sus estancias debido a la mayor aceptación del trabajo remoto.
American calcula que 45% de sus ingresos proceden ahora de pasajeros que mezclan los viajes de negocios con los de ocio, mientras que 30% procede del turismo y 25% de los viajes de negocios.
Esta evolución parece ser otra ventaja para las compañías aéreas: un mayor número de consumidores que se inscriben en sus programas de recompensas o que compran los pasajes directamente en sus sitios web, dijo Robert Isom, director ejecutivo de American.
Los últimos informes de resultados también mostraron que las aerolíneas siguen recibiendo un impulso por las mayores ventas de billetes premium de los viajeros que se han acostumbrado a pagar más.
“Están dispuestos y son capaces de pagar por una mayor comodidad, por mejores servicios, para reducir parte del estrés y las molestias”, dijo Harteveldt.
Pero los analistas no están tan seguros de que los precios más altos se mantengan, especialmente con la amenaza de una recesión en medio de la elevada inflación.
“Es, sin duda, difícil especular”, dijo Chris Raite, analista de Third Bridge. “Estamos pendientes de ver si las aerolíneas pueden mantener el poder de los precios en el cuarto trimestre y en 2023”.